
Dos parejas amigas se reúnen una noche a compartir una cena. La pareja anfitriona está formada por una escritora insatisfecha con su falta de creatividad y un psicólogo que, si bien ama lo que hace, se encuentra un poco incómodo con el ascenso de su compañero de trabajo y amigo, uno de los invitados. Con él viene su mujer, una secretaria orgullosa de sus logros laborales y familiares -entiéndase, sus dos hijos y una situación económica favorable.
El encuentro entre estas dos parejas será evidentemente antitético. Ante la mesura y la inclinación a la tradición, los valores y las buenas costumbres que defienden unos, los otros mantienen una relación que desafía los roles de género y la institución de la familia (o mejor, de la familia tipo). El texto de María Zubiri se sirve de esta antítesis para plantear esta historia en tono de comedia, presentando enredos, malentendidos y cruces entre todos ellos. Pero Toda persona vista de cerca es un monstruo va mucho más allá. Toda la obra trata de un develar la intimidad de cada uno. Si esas paredes imaginarias, sugeridas por pilas de libros, dejan a los personajes desprotegidos en el baño, no menos al descubierto quedan en este encuentro que aparenta ser amistoso.
En Toda persona vista de cerca es un monstruo nos vemos reflejados y desnudados en cada uno de los personajes. ¿Quién está exento de sentir fracaso, envidia, miedo? La risa es quizás la forma de liberar todo lo que nos atormenta de los demás y de nosotros mismos.
Ficha Técnica
Dramaturgia: María Zubiri / Actúan: Sol Kohanoff, Emiliano Pandelo, Maximiliano Prioriello, María Zubiri / Diseño de Vestuario: Laila Fraidenberg / Diseño de espacio: Mauro Anton / Diseño de Iluminación: Estefanía Piotrkwoski / Asistencia de dirección: Matías Mancuso / Diseño Gráfico y Redes Sociales: Florencia di Paolo / Fotografía: Gabriel Bertini / Dirección: Mauro Anton.
Espacio Polonia (Fitz Roy 1477, CABA) / FUNCIONES: sábados 22:30hs.