Søren Kierkegaard, ‘¿qué es la juventud? Un sueño. ¿Qué es el amor? El contenido del sueño’.

Otra ronda es una película dirigida por Thomas Vinterberg que el domingo pasado se consagro en los premios Oscars como mejor película internacional. Otro reconocimiento que se le suma a los tantos que viene recibiendo.

Este director fue uno de los fundadores del Dogma 95 junto al controversial Lars Von Trier. Con este movimiento de cine avant-garde buscaron reinventar las bases del cine de sus tiempos. Uno de los principios dice que las historias debían ir al hueso del conflicto sin decorados ni artificios, dejando de lado lo espectacular del cine hollywoodense. Algo de eso podemos encontrar en esta película.

Otra ronda se trata de una película que se centra en una sociedad sin problemas, en donde aparentemente no hay posibilidad alguna de problemas, como sucede en las sociedades hiperorganizadas como es la danesa.

El conflicto esta puesto desde los primeros minutos, se presenta una vida perfecta pero que no es tal como se la muestra. La acción inicia con Martín (interpretado con brillantez por Mads Mikkelsen), un desdichado profesor, al borde de las lágrimas se confianza frente a un grupo de hombres, admite no hacer nada con su vida, no ver a mucha gente, ni siquiera a su esposa que se la pasa trabajando por las noches. Pues, se encuentra con el amor y el matrimonio caído en la desdichada rutina y con el anhelo de sus deseos personales inconclusos. Este personaje en crisis, es atrapado por sus amigos, quienes también están como él y, que tienen el tupé de dar consejos, cuando al parecer son ellos los que reclaman a gritos ayuda.

De repente Martín se convierte en un tipo valiente y decide hacer algo por su vida. A partir de ese momento, él junto a sus amigos (unos verdaderos antihéroes) arrancan una especie de competencia con la teórica del 0,05 de alcohol en sangre, provocando un cambio significante en la vida de ellos que los dejara arrasados por el alcohol.

El elenco acompaña a la perfección al declive en la vida de este profesor frustrado, cada personaje es genial y se van agigantando hasta completar una alegoría a la vida. La empatía que despiertan estos hombres terminan demostrando el costado malo y devastador de los excesos (sea cual sea) tomados en un estado crítico. Primara, antes que nada, el valor del desafío a los cambios a pesar de las consecuencias que dejen.

Desde los aspectos técnicos se puede ver el trabajo que tiene Vinterberg, aquel que dejo de lado aquellos principios del Dogma 95. Posiblemente lo que más se acerque a aquellos principios sea la historia, que parece encantadora pero está muy lejos de serlo, y por supuesta, va directo al conflicto impactándonos y al mismo tiempo dejando una enseñanza; un sabor agridulce queda dando vuelta en nuestras cabezas. Por eso, y por cuestiones personales del director (que ya son de público conocimiento) denominó a esta película como “una celebración a la vida”. En fin, por todo lo dicho esta es una excelente opción para volver a elegir el cine europeo.


Otra ronda (Drunk, 2020)

Dirección: Thomas Vinterberg. Guion: Tobias Lindholm y Thomas Vinterberg. Reparto: Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang, Lars Ranthe, Susse Wold. Distribución: BTeam Pictures.