El territorio de una tragedia

 Llegamos a Timbre 4 en el barrio de Boedo y atravesamos el espacio escénico dividido en dos para ingresar a la platea. Una jaula con un aro de básquet, una pelota y un banco que representan el patio de la cárcel donde se desarrollará el vínculo entre el dramaturgo y el parricida. Del otro lado un escritorio, 2 sillas, una cámara y una pizarra serán el escenario donde se expondrán los distintos modos de realización.

 La obra comienza, dos actores aparecen en escena, Lautaro Perotti, actor y dramaturgo que se representa a él mismo, y Martin Santos encarnado por Gerardo Otero. La dualidad aparece a lo largo de la obra como punto focal, vemos dos actores en escena, un espacio dividido en dos, dos relatos.

 El dramaturgo nos cuenta el proceso de creación de su Tebas Land, problematizando sobre los límites entre la realidad y la ficción, cuestionando sobre lo que es real y lo que no. Surge el tema de la obra: “El parricidio” y la búsqueda de la historia que se va a representar. Aparece en escena Martin Santos, el actor se desdobla para personificar al autor del asesinato y a quien lo va a representar en la obra.

 Tiempo de representación y tiempo narrativo se entrecruzan a lo largo de la obra, tres acciones dramáticas se van superponiendo. Por un lado, Lautaro que interactúa con el público contándonos sobre el proceso de su obra, Tebas…Por otro lado, su interacción con Martin, el parricida, y por último la construcción del personaje que va a representar al asesino en la obra.

 El juego de luces, la utilización de dispositivos digitales donde la cámara funciona como una herramienta para el desarrollo dramático, van generando un clima propicio para el vínculo que se va formando entre los dos personajes en escena y, permitiendo que se presenten escenas simultáneas. El sonido va generando un ambiente por momentos de intimidad en la obra. Por un lado, suena de fondo Mozart y su sinfonía de cuerdas, y por otro lado Sandro y su por ese palpitar.

 Tebas Land nos introduce en la intimidad de un vínculo que comienza a formarse. Miedo, admiración y deseo van marcando la relación de los 2 personajes, donde los límites entre el deber y el poder se vuelven difusos.


Ficha técnico

Intérpretes: Gerardo Otero, Lautaro Perotti / Texto: Sergio Blanco / Diseño y realización escenográfica: Gonzalo Cordoba Estevez / Diseño de luces: Ricardo Sica / Prensa: Marisol Cambre / Asistencia de dirección: María García De Oteyza / Producción ejecutiva: Maxime Seugé, Jonathan Zak / Dirección: Corina Fiorillo.

Teatro Timbre 4 (México 3554, CABA) / Funciones: Sábados 22:45 hs – Domingos – 19:15 hs /Entrada general: Online $270 / Boletería $300.