El sueño de la razón produce monstruos y eso es lo que expone, con valentía, Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta. Una especie de manifiesto anárquico, que intenta escapar de la normalidad de las rutinas y los horarios, de las voluntades y las imposiciones de una humanidad adormecida por las estructuras socioeconómicas y culturales.

El argumento gira en torno a un padre, líder de familia -interpretado por Walter Medina-y la mejor manera de reventar los ahorros de su vida con su familia. ¿Drogas? ¿Sexo? ¿Alcohol? ¿Museos? ¿Filosofía? ¿Disney? En un texto casi ensayístico, este padre y sus hijxs –inteligente y eficazmente interpretados por Matías Aimar, Walter Medina, Eugenia Spago y Romina Julieta Ruiz– exploran los distintos métodos para emplear el escaso dinero, dónde el padre busca despertar el interés de sus hijxs por romper el status quo en una sociedad consumista y dormida por los medios, dónde lo material, lo efímero y lo artificial son la voz cantante.

La inteligencia y la potencia de la obra descansan en la multiplicidad de voces que despliegan lxs intérpretes que, a su vez, se encargan con precisión de  representar lo que el texto demanda. Este monólogo, en su versión original escrita por Rodrigo García, está perfectamente adaptado a cuatro personajes para explotar un doble plano enunciativo donde, por un lado el padre relata los hechos y, por el otro, el mismo padre y sus hijxs reproducen lo que cuenta en tiempo presente.

En una acertada decisión de dirección por parte de la dupla compuesta por Lailén Álvarez y Elvira Tanferna, la desértica escena, apenas un banco por personaje y una serie de elementos potentes que simplifican los procedimientos del texto –y un lúcido uso de la sala-, permiten enfocar el trabajo en el detalle de las cadencias de estos personajes.

La actuación tiene distintos matices a medida que lo necesite el material, movimientos lentos y exagerados o rápidos y cortos, disparan imágenes grotescas pero reconocibles, irónicas pero oscuras, como las denuncias de las pinturas de Goya en toda su obra.

“En el teatro la imaginación llena el espacio”, sentenció el recientemente fallecido director y teórico británico Peter Brook –aquí nuestro homenaje- y es lo que sucede a lo largo de los 50 minutos que dura la obra. Lleno de reflexiones y sentencias, la acción pasa por el cuerpo de les intérpretes, como electricidad, con exactitud física y verbal para desarrollar las ideas de una familia particular y explicitarlas a los ojos de lxs espectadorxs, que no dispondrán de un momento de tranquilidad.

Una vez más: El sueño de la razón produce monstruos. Queda al libre albedrío evocar el acepción correcta: «La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas» o «Cuando los hombres no oyen el grito de la razón, todo se vuelve visiones».


FICHA TÉCNICA

Dramaturgia: Rodrigo Garcia / Intérpretes: Matias Aimar, Walter Medina, Romina Julieta Ruiz, Eugenia Spago / Iluminación: Lailén Alvarez / Diseño gráfico: Matias Aimar / Producción ejecutiva: Sofía Franco / Co-Dirección: Lailén Alvarez, Elvira Tanferna / Co-producción: El Sábato Espacio Cultural.

El Sábato Espacio Cultural: José Evaristo Uriburu 763, CABA / Entradas desde: $ 640,00 – Sábado – 22hs – Hasta el 02/07/2022 y Del 16/07/2022 al 30/07/2022.